Es una contracción espasmódica involuntaria y repetitiva del músculo orbicular (el músculo circular alrededor del ojo), que provoca posturas y movimientos anormales (distonías).
El blefaroespasmo esencial o primario es bilateral y puede estar acompañado de movimientos involuntarios de cuello, cabeza o boca, que sólo desaparecen mientras el paciente está durmiendo.
Suele ser un proceso que avanza de forma gradual, aumentando poco a poco de intensidad y frecuencia. El cierre forzado de los párpados puede derivar en alteraciones visuales.
El blefaroespasmo es una de las distonías faciales más comunes.
Sus causas pueden ser:
Otro desorden frecuente es el espasmo hemifacial que, si bien no se trata de una distonía, afecta los músculos de un lado de la cara provocando movimientos involuntarios irregulares y progresivos que también pueden afectar al ojo.
El espasmo hemifacial se origina, en muchos casos, por la compresión del nervio facial a causa de alguna arteria o a consecuencia de algún traumatismo.
El blefaroespasmo no se puede prevenir pero es importante detectarlo a tiempo. Dado que en ocasiones sus síntomas pueden confundirse o subestimarse, es probable que una parte de la población lo padezca sin saberlo.
En muchos casos, el blefaroespasmo se asocia a un problema oftalmológico, cuando en realidad se trata de un factor neurológico. Además, si la distonía comienza en la infancia, es frecuente que se extienda a distintos grupos musculares. Por ello resulta clave el diagnóstico y tratamiento precoz de esta afección, evitando las complicaciones asociadas a las reiteradas posturas anormales.