Los punctuc plugs son unos pequeños tapones que se insertan en los puntos lagrimales para reducir el drenaje de la lágrima. Con ello se consigue que la película lagrimal se preserve durante más tiempo sobre la superficie del ojo y, de este modo, aliviar los síntomas de la sequedad ocular y prevenir el daño que puede producir en la córnea.
Son prácticamente imperceptibles a la vista y normalmente suelen estar hechos de silicona, aunque en algunos casos también pueden utilizarse tapones temporales fabricados con colágeno, una sustancia natural que se disuelve y es reabsorbida por el organismo al cabo de unas semanas.
Están indicados en pacientes con ojo seco que tienen una disminución severa de la producción de lágrima. Esto se da, sobre todo, en mujeres postmenopáusicas o en personas de edad avanzada. Los casos más graves se asocian al síndrome de Sjögren, una enfermedad autoinmune que afecta a las glándulas de secreción externa (exocrinas) del organismo, especialmente las lacrimales y las salivales.